Max Raide, socio del restorán europeo: “Ellos me iban a matar”
"En la clínica me dijeron que voy a tener que trabajar los próximos 6 meses para poder recuperar el 80% de la visibilidad del ojo izquierdo", asegura Raide.
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Eran las 10:40 pm del jueves pasado. Yo me estaba yendo del restorán con mi señora. Estábamos en autos distintos. Ella se subió al suyo, yo al mío, y me puse a responder unos WhatsApp antes de partir. Dio la luz verde y ella pasó.
En eso veo a dos mujeres que venían caminando y a dos hombres que las iban siguiendo y molestando desde atrás. Ellos estaban con copas en la mano. "Devuelvan las copas y dejen de molestarlas. No pueden estar tomando en la calle", les dije. Ellas lograron irse.
Ahí me di cuenta que uno de ellos era Alfonso Bulnes. Por lo mismo, les dije: "Oye, váyanse a acostar. Ustedes no pueden estar tomando aquí. Y tú, menos". Soy amigo de su hermano, e incluso habíamos estado hacía unos días acá en la terraza del Europeo juntos.
Yo estaba con las dos ventanas delanteras del auto abajo. Tengo grabada la imagen de cuando una copa reventó en mi cara por el vidrio del copiloto. Quedé medio descolocado e intenté zafar. Lo que se ve en las cámaras -porque no me acuerdo de todo- es que por la puerta del piloto se me acerca Bulnes y me ataca pegándome hacia adentro del auto. Cerró la puerta, rompió algo en mi cara, no sé si una copa o un vaso, y me siguió pegando. Yo en esa grabación aparezco en shock, ni me defiendo. De hecho quedo aferrado al volante.
Ahí una de las mujeres que venía arrancando de ellos se baja de su auto y trata de sacármelo de encima. Luego llega el estacionador de autos y con más fuerza le dice "¡Lo estay matando, lo estay matando!".
Quienes me atacaron podrían haberme matado, porque estaban realmente desaforados. Me gritaban cosas de las que no me acuerdo. En la grabación se ve que después de golpearme los dos se van caminando como si no hubiera pasado nada. ¡Eso es lo más impresinante!
Para ayudarme, el estacionador de autos comenzó a tocar la bocina y llegó más gente. Reconocí a Cristián Araya, concejal de Vitacura, quien me revisó y dijo: "Tienes que irte a la clínica, no tienes el ojo". ¿Cómo que no tengo el ojo?, le respondí. Me mostró mi cara y casi me desmayé.
En la clínica me dijeron que voy a tener que trabajar los próximos 6 meses para poder recuperar el 80% de la visibilidad del ojo izquierdo. Me tienen que operar ahora el mentón por dentro, porque también me lo rompieron. Y perdí la sensibilidad en el pómulo izquierdo, porque me rompieron el nervio.
Tengo que ir a la clínica día por medio y cada una hora mi señora me hace curaciones. Siento como si tuviera un vidrio enterrado en el ojo. En las noches apenas puedo dormir. Ahora estoy discapacitado. Me mareo, el primer día estaba sin bastón y me saqué la cresta porque choqué con un calefactor.
Cuando la gente del restorán y de Paz Ciudadana salieron a buscar a quienes me agredieron, éstos se metieron en una casa y se quedaron ahí toda la noche. El dueño de casa los encubrió porque la policía no pudo entrar, ni detenerlos. Tampoco les tomaron ningún examen. Pero hay varios testigos que vieron lo que pasó y están las cámaras también.
Contraté al abogado Juan Domingo Acosta, quien está viendo todo el tema penal y va a coordinar la defensa con el abogado Matías Balmaceda de la familia que perdió a su hijo hace tres años en un accidente, cuando Bulnes lo chocó curado. Ellos van a reactivar la querella en su contra. Van a pedir que le revoquen la libertad vigilada que iba a ser revisada la próxima semana. Y metí también al ex fiscal Pablo Gómez, para ver la demanda civil, que tiene el objetivo de que la plata se vaya a la Fundación Emilia para las personas que han sufrido lo mismo que yo pero no tenían recursos.
Me carga la violencia y los matones. Lo que pasó hace tres años en ese choque me impactó mucho porque una persona muy cercana a nosotros iba en el auto detrás de él, por lo que conozco el caso de memoria. Conozco de cerca a quien me golpeó y a su familia también. Pero esto va más allá, porque ellos me iban a matar. Lo notable es que este gallo podría salir libre la próxima semana. Y si ya mataste a una persona deberías tomarle el peso.